El porqué de Suspiro de Artemisa,
Pues, Suspiro, porque como bien saben cada suspiro porta en su aliento, ausencia, desvelo, añoranza, pasión y deseo, tormento y ternura, odio, amor, vida y muerte. Todo ello encierra en su adentro ese manantial de inspiración donde el poeta bebe y se sacia para descubrir su verdad.
Y Artemisa, por ser, a nuestro modo de sentir, la más sufrida de los habitantes del Olimpo. Diosa de la castidad, de la caza, de las cosechas así como de la luna..., entre otras. En ella se refugian un cúmulo de contrastes que llegan a aturdir amparados en las debilidades de los seres humanos.
Con todo ello amasado solo puede surgir algo tan inquietante y sensible, tan impasible o conmovedor como un poema.
Un poema que como bien sabe el poeta no palpita debidamente si todos sus engranajes no están bien engrasados del sacrificio que reparte a sorbos la savia de las sensaciones…